Cinco grandes enseñanzas de vida que nos dejó el “Diario de Ana Frank”
La literatura clásica carga consigo grandes enseñanzas de vida que debemos aprender a valorar, aquí te contamos cinco que nos dejó el “Diario de Ana Frank”

Cinco grandes enseñanzas de vida que nos dejó el “Diario de Ana Frank” (EFE)
Hay obras clásicas y divertidas que se mantienen relevantes gracias a su contenido ligero y entretenido, sin embargo, existen otras obras que pasan a la historia gracias a las valiosas lecciones que nos dejan marcados para toda la vida. Ese es justo en caso de esas cinco grandes enseñanzas de vida que nos dejó el libro de “El diario de Ana Frank”.
Pocas historias autobiográficas nos describen con tanta precisión lo que es vivir en un mundo que parece terminarse y aún así se mantiene una fuerte esperanza que terminó en tragedia. Así es justo cómo podemos describir este valioso relato que, a pesar del tiempo y todas las traducciones, sigue siendo una historia que todos necesitan leer al menos una vez.
Enseñanzas del “Diario de Ana Frank”
El “Diario de Ana Frank” es una historia que nos cuenta la vida de una niña judía de trece años, misma que vive el inicio del episodio más oscuro de la historia de la humanidad: la segunda guerra mundial. Ana y su familia se ven en la necesidad de esconderse en un lugar al que llaman “la casa de atrás” donde vive los últimos dos años de su vida antes de ser encontrada en agosto de 1944.
“Quién es feliz, hará felices a los demás también”
Esta sin duda debe ser una de las frases más citadas de esta trágica y maravillosa obra, pues aunque los Frank vivían en una de las peores situaciones, Ana nunca perdió ese optimismo, vitalidad, felicidad y entusiasmo que la caracterizaba. Aún cerca de sus últimos días siguió siendo una niña soñadora que deseaba lo mismo para los demás. Era feliz para hacer a otros felices.
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El amor nace hasta en la adversidad
A pesar de vivir dos años oculta del mundo junto con otras ocho personas y de tener que hacer cuanto fuera necesario por sobrevivir, Ana encontró el amor y se permitió amar pese a todo lo malo que pasaba. El chico que quería le correspondía, haciéndonos ver que aun en la peor de las adversidades hay una flor de esperanza que nos dice que las cosas pueden mejorar.
Ver la belleza aún en la adversidad
La joven Ana Frank relata en su diario que podía seguir viva gracias a que no se aferraba a ver la precariedad en la que ella y los suyos estaban inmersos, sino que aún podía apreciar eso que hacía maravillosa la vida. “No veo la miseria que hay, sino la belleza que aún queda” expresaba la joven que a temprana edad partió de este mundo a raíz de la crueldad.
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Las mujeres deben ser respetadas
A su joven edad y aún oculta del mundo, Ana Frank entendida cual importante era la dualidad en el mundo, y no solo debido a su situación particular, sino en general. “Las mujeres deben ser respetadas” es una de las frases que repetía constantemente, reclamando que la equidad no es una cuestión de género sino de respeto en la humanidad. Sin saberlo entendía la lucha que hasta hoy mantenemos.
Pueden callarte, pero jamás cambiar tu opinión
“Podrán callarnos pero no pueden impedir que tengamos nuestras propias opiniones” es la cita que se lee en el libro casi al final, recordándonos la madurez y progreso que tuvo aquella joven que vivió en el tiempo de las injusticias más grandes del mundo. Demostró que la valentía es algo que se lleva en el corazón, no importa que sientas que se acercan tus últimos días.