Qué significa ser una persona con la mente acelerada y hablar más rápido de lo que puedes pensar
Detrás de una persona que habla rápido, con atropellos y sin claridad, se esconden problemas que no se ven a simple vista como ansiedad y falta de control.

Qué significa ser una persona con la mente acelerada y hablar más rápido de lo que puedes pensar (Unsplash)
Aunque la mayoría de las veces tener la capacidad de hablar a la velocidad de la luz es bueno cuando se desea comunicar algo, en algunas ocasiones (no en todas) puede suponer un problema relacionado a la salud mental. Quédate a saber qué significa ser una persona con la mente acelerada y hablar más rápido de lo que puedes pensar.
Antes que nada, cabe aclarar que hablar rápido no siempre significa que una persona tenga un trastorno psicológico, en ocasiones solo se trata de un problema de comunicación que se resuelve siendo consciente de ello y ya. Hablar rápido se convierte en un problema cuando la persona sufre ‘taquilalia’, condición de la que te hablaremos a continuación.
Hablar más rápido de lo que piensas
La mente es un lugar maravilloso que ocasiones tiene problemas de coordinación, y cando este problema se hace muy frecuente de una persona, se dice que tiene la mente acelerada, es decir, que habla más rápido de lo que su mente tarda en procesar las ideas, lo que da como resultado un problema de comunicación a medias y muy atropellado.
A esta condición también se le conoce por el nombre de ‘taquilalia’, la cual se caracteriza por hacer que una persona hable excesivamente rápido, al punto que atropella las palabras cuando se expresa, hace pausas incómodas al hablar o simplemente no tiene flujo ni ritmo constante. También es común que las ideas salgan desordenadas.
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Aunque los científicos no conocen a ciencia cierta cuál es la causa que provoca a una persona este problema, la mayoría concuerda que puede deberse problemas como ansiedad reprimida, factores estresantes o presión por acontecimientos especiales. La taquilalia se puede presentar por episodios o de forma constante.
Mentes brillantes y aceleradas
Una de las formas en las que podemos identificar a una persona que sufre de esta condición, es por medio de su charla cotidiana. Si la persona habla rápido, pero no lo hace con fluidez, entonces debemos tener paciencia y entender que sufre de esta condición. En caso de que solo hable rápido, pedirle que sea consciente y hable más lento.
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La buena noticia era que si sufres de esta condición hay muchas cosas que puedes hacer para controlarla, la primera de ellas es la gestión emocional, es decir, terapia. Entender que el tener la mente acelerada no solo es un problema de mandíbula suelta y ya sino algo más profundo, es vital para poder ponerle fin. Lo demás es cuestión de técnica y práctica.
Lo segundo de lo que te debes preparar es de controlar tu respiración, ya que en la mayoría de los casos mejora el diálogo y la ansiedad. La tercera y última, es pensar cómo las persona que te están escuchando, trata de dirigirte de la forma más clara posible, y si hablas muy rápido, pide que te avisen para poder retomar.